Uno de los propósitos que apunté en mi pequeña lista de "cosas que mejorar en este 2023" era hacer un Blog. Ok, hecho. Y la otra, aparecer un poco más por mis redes sociales. Vamos, dar la cara como se suele decir.
Y es que sí, si hay una persona detrás de Sundara. Y no, Sundara no es mi nombre. Mi nombre es Rocío y en este post quiero presentarme.
Me forme, probé, seguí, me equivoqué y aposté.
Tras hacer caso omiso a mis ganas de pinceles, acuarelas y óleos, y seguir más allá de clases por la tarde de pintura, estudié Historia del Arte. No me enseñaron técnicas y reglas para hacer arte, pero si a entenderlo, a mirarlo, a diferenciar una fugaz pincelada de Monet y un claroscuro de Caravaggio y a inspirarme de arte, mucho arte durante cinco años.
Intenté seguir bebiendo de él en museos; formándome y trabajando en ellos hasta que empecé a coger otras salidas de la autovía probando cosas distintas, aunque todas llevaban al mismo sitio: la ilustración y el diseño.
Me llevé muchos años empezando mi marca además de formarme en diseño gráfico, pero sin dar el paso de verdad. El dejar un trabajo fijo debido a una mala y dura experiencia laboral dos semanas antes de explotar una pandemia, hicieron que Sundara empezara a salir a la luz con pasos más firmes.
Mis tres meses confinada sirvieron para crear una web, crear mucho material, muestras, diseños, búsqueda de proveedores y lanzar mi marca de ilustración y papelería de eventos. De Madrid me mudé con Sundara bajo el brazo a un pequeño pueblecito de Granada en el cuál sigo.
Un último paso antes de emprender de verdad
Pero está claro que sin dinero, el emprender es muy complicado. Empecé a trabajar en el gran conocido Corte Inglés, siguiendo con mi pequeña y humilde marca a la vez. Pero el trabajo duro empezaba a dar sus frutos, llegando el punto de tener que decidir. Sundara o el Corte Inglés.
Aposté por mi sueño y le hice caso al corazón.
Así que me lancé. Ahora si iba a estar única y exclusivamente con Sundara.
No diré que emprender es fácil ni que todo es bonito. Es muy jodido. Da miedo y a veces me planteo como pagar facturas o la simple cuota de autónomo. Pero sin duda, sigo con ganas de seguir creciendo, aprendiendo, probando, conociendo gente maravillosa a mi al rededor y por supuesto, dedicarme a lo que realmente me hace feliz.
¿Y tú, te has lanzado ya?
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